Ganándole la Batalla al Cáncer: El Efecto "Nocebo"

Muchas veces hemos oido hablar del efecto placebo que es algo así (por lo que entiendo) que por confiar completamente en que si se toma una pastilla, se hace un tratamiento o una revisión médica automáticamente por las creencias de la persona "a pie juntillas" (es decir sin dudarlo ni por un momento), el paciente se cura por la creencia en el efecto de lo realizado, lo cual el médico a cargo después le confirma al paciente que la pastilla sólo podría ser azúcar, igual el tratamiento y/o la revisión no tenían mayor aporte médico. Pero en contraposición existe un efecto llamado nocebo que tiene las mismas consecuencias, pero de manera adversa para la persona. Éste es un tema que todos debemos tener muy claro:

Hoy ya se están haciendo experimentos y pruebas médicas para demostrar que si una persona o paciente cree en los efectos adversos de una enfermedad, pastilla o tratamiento va realmente a sentirse afectado mostrando signos físicos que respaldan la creencia. De hecho en algunos medios leí que muchas veces lo que más afecta al enfermo de cáncer es tanto el recibir la de por sí ya devastadora noticia, como el pronóstico que le pueda hacer su doctor en cuanto al tiempo de vida que le resta por la gravedad de su enfermedad, eso hace que la persona se sienta derrotada antes de tiempo. Esto se debe creería yo, desde mi propia experiencia al más que miedo el terror que nos causan las dos cosas, eso hace que, por lo general inmediatamente empecemos a actuar, pensar, caminar como un enfermo de cáncer, todo nos cambia hasta las facciones, vivimos estresados y deprimidos, ya no dormimos bien, no tenemos paz en ninguna forma, sentimos que el peso de la vida nos agobia...etc...de una empezamos a morir en forma muy lenta (o en algunos casos acelerada) y dolorosa.

“La expectativa, es decir, lo que esperamos que suceda, influye en el desarrollo de nuestra enfermedad, provocando incluso que los síntomas desaparezcan o que surjan otros nuevos”. "El efecto nocebo aparece cuando una persona “tiene miedo de una enfermedad o de las terapias a las que habrá que someterse. Entonces, los efectos secundarios serán mucho más graves”, según el neurólogo alemán Magnus Heier. citas tomadas de*1

Estamos entonces ante la explicación científica de que nuestros pensamientos, emociones y sentimientos nos pueden sanar o enfermar, cómo todo es cuestión de nuestra actitud para que el tratamiento que escojamos funcione, depende de nostros mismos. Ya se los he compartido siento que el cáncer es un regalo de vida que si no te mata te desbarata, y que bien!, decidí aceptar que es bueno prepararse para morir (y para mí, mejor así todos los días de a poquito) y por lo tanto soltar nuestros apegos a los seres amados, ellos tiene que seguir viviendo sus vidas sin estar apegados a nosotros porque les hacemos un daño muy grande; soltar el apego a las cosas materiales, nada nos llevamos; a títulos (tengo una amiga que valientemente quemó todos sus títulos, pues era algo que le sirvió en su momento, ejerció su profesión a su gusto, pero sintió que ya era hora de soltar ese apego, yo aún no lo he hecho) y a todo aquello que nos mantenga esclavos.

El cáncer también es un regalo porque nos desbarata todos nuestros paradigmas equivocados y nos ayuda a ver a las personas, situaciones y vivencias desde el amor total; la alegría y el agradecimiento al Amoroso Padre Creador por vivir un nuevo día, por los nuevos aprendizajes; por la comprensión que genera aceptación; por la compasión basada en el amor y el respeto por el otro. Como toda mi vida anterior me la desbarató y rompió en millones de pedacitos ahora vivo de a un día a la vez disfrutando lo que trae. Todo ese desbarajuste me ha ayudado a dedicarme a sanar mi alma, lavándole su dolor y poniéndola a tiempitos debajo de un sol calientito que la ayuda a sentirse libre y feliz, o muy recogidita en tiempos de lluvia (tristezas y lágrimas normales).

Con el dolor que hago? bueno no recuerdo donde leí que el cáncer duele sólo en dos etapas cuando el enfermo está muriendo (por eso la morfina al final) y cuando está saliendo del cuerpo del paciente, entonces desde que lo supe, decidí pensar y asumir que el dolor que siento es porque el pobre dragón es un enfermo terminal, se está muriendo lentamente, pero como vive en mi cuerpo yo siento su dolor agonizante, pobre dragón! y así él y yo ya cumplimos cinco años tomados de la mano (ese sólo hecho ya es un éxito logrado, de aquí en adelante todo es ganancia), batallando en sus comienzos y danzando a ratos, pero haciendo los aprendizajes de vida que me ayudan a sanar el alma, mientras el cuerpo se cura. También pudiera ser que se llegara un día que no necesite nuevos aprendizajes, que podré hacer?, irme tranquila y en paz porque comprendí la lección de vida que tenía que aprender, entonces mi alma y mi espiritú danzarán en la eternidad.

Queridos lectores volvamos a leer el poema que tengo en la imagen de hoy, nos ayuda a tomar decisiones sobre cúal actitud tomar frente a nuestra vida y los retos que nos presenta, los cuales algunas veces pueden venir disfrazados de enfermedad terminal como en mi caso, vinimos a crecer y realizar aprendizajes a través de nuestros retos y desafíos, por eso es mejor encararlos de una buena vez.

Para ayudar a sanar el alma, les comparto este cortito video tomado de Youtube, titulado "La Sabiduría del Silencio Interno":