lunes, 1 de febrero de 2016

Lo que me enseña el dolor punzante

Vuelvooooooooooooo que alegría a compartirles mis aprendizajes, ya he vuelto a levantarme nuevamente del dolor paralizante porque el cuello, la base de la cabeza y los hombros se llenaron de nuevo de muchos inflamados y afortunadamente pequeños, pero dolorosamente punzantes rosetones y para completar la conjuntivitis volvió a reaparecer con tanta fuerza que me tenía casi tapados los ojos, por lo inflamados, supurando y vidriosos con lo que llamamos "inyectados en sangre" y con ese cuadro no podía casi ni siquiera leer y mucho menos realizar otras actividades, pero lo bueno fué que todo esto me ayudó a ver y a sentir que en la vida todo tenía mucho sentido, así hubiera situaciones que parecen sin sentido.


Imagen tomada de la página Educación Emocional

El oftálmologo que me atiende y asiste, tiene una paciencia infinita, además de mucho amor por su trabajo y sus pacientes, todos los médicos deberían ser así, pero en fin gracias a los medicamentos y cuidados ordenados para hacer en casa, creería que ya casi mis ojos están a punto de volver a ser normales de nuevo.

En cuanto a los rosetones fuí al médico me ordenaron un raspado de piel y empecé tratamiento integral para hongos que fue el resultado arrojado por el examen.

Pero pueden creer qué o mejor quién me ayudó a reorientar los cuidados y entender el por qué no me había sanado antes?  pues no entendía cómo después de mis largas vacaciones donde todo marchó sino muy bien, si bien, pero luego oh! sorpresa! al siguiente día de llegar del viaje todo me reapareció con más fuerza y dolor.

Saben qué pasó? (por eso fué mi llorar largo tiempo) descubrí que a Brownie le gustaba dormir en mi cama, jamás se me pasó por la cabeza porque a mi nunca me gustó que las mascotas estuvieran en las camas, pero parece que a él si le gustaba y disfrutaba el hecho de dormir en mi amplia cama, pero desafortunadamente ese hecho no me favorece porque mi sistema inmunológico todavía está atendiendo al dragón, pero a todo hay que encontrarle soluciones sin maltratar al pobre perro porque él no tiene la culpa de nada.  Así fue que estrené colchón, protectores, almohadas, tendidos, todo de maravilla, ahora lo mantengo a raya y no le permito entrar al cuarto (le atravieso la canasta de la ropa y él como no es experto en saltar obstáculos, entonces ni modo le toca siempre afuera jajajaja, a pesar de que pone cara de perro jajaja).

De los muchos aprendizajes que el dragón me ha dejado es que todo sucede para bien, así parezca oscuro, sin fondo o sin soluciones, todo sucede para que resolvamos, tomemos decisiones y las asumamos, no hay porque encunetarse en el dolor y en lo malo que parece la situación, sino que hay que fluir con la vida.

Hasta la próximaaaaaaaaa, espero que ahora si pueda ser día o dos por medio, si mis ojos me ayudan y el dolor no me incapacita trataré de cumplirles, un abrazo gigante de vida.

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