jueves, 31 de diciembre de 2015

El Año en que la Batalla se Transformó en Danza

Tengo que reconocer que este año fué casi todo de crisis curativa, por supuesto como varias veces les compartí acompañada de mucho dolor, pero si hay algo que me ha enseñado el dragón y que en sus comienzos me costó mucho trabajo es a aceptar, es a tener mucha paciencia en cuanto a los resultados esperados, pues la sanación se ha tomado su tiempo y físicamente ha sido milímetro a milímetro, pero lo mejor fuera del aprendizaje es que cada día me siento más y más fuerte y sana a todo nivel.  Dejé de sufrir y lamentarme por lo tanto dejé de batallar y comencé a danzar con la aceptación de la vida y todo lo que ella nos trae para nuestro crecimiento interior. La enfermedad cualquiera que sea desde la más sencilla como una simple gripa a la más complicada como un cáncer es sanación integral a todo nivel, pero por supuesto esa sanación también depende de nuestra actitud frente al hecho de estar enfermos y el camino que escojamos para sanar.
Imagen tomada de la web
En estos días una amiga me decía que por qué no explicaba claramente todo lo que he hecho para curarme y yo sinceramente siento que les he compartido además de muchas de mis vivencias los aprendizajes, algunas veces con las recetas tal como las consumo como las que les he compartido de manera oral desde las entrevistas radiales y otras de manera  escrita, pero de tiempo en tiempo de una manera no tan textual porque nunca ha sido mi metodología de enseñanza, me parece más importante que cada quien debe entender primero el por qué una situación se presenta y las diferentes maneras de enfrentarla, cómo debe ser en el caso de un cáncer, que ha sido el tema que hemos compartido,  primero se debe investigar, aprender y entender de la mano de expertos, el por qué se produce y las diferentes alternativas para enfrentarlo y eso es lo que les he venido compartiendo en la medida en que lo he ido descubriendo. 



Primero sólo tuve la alternativa del método convencional de quimio, mastectomía total  y radio, la cual no acepté por lo que en sus comienzos me representaba en tiempo inmovilizada y nunca he sido lo que podría llamarse una buena paciente ya que soy pésima para estar en cama, recibir tratamientos hospitalarios, además esos ambientes nunca han sido mis favoritos, no me gustan los medicamentos ni los tratamientos y el estar acostada largo tiempo y sin producir económicamente, en esos momentos me parecía inconcebible desde todos los puntos de vista posibles. Además estaba el tema de que mi nieto venía en camino y si Dios me lo permitía lo quería disfrutar alzándolo desde el primer día, si me sometía a la operación de corte total del seno eso ya no sería posible y a medida que iba investigando, leyendo y entendiendo ya no lo contemplé como opción de vida aceptable.  



Sin embargo cada caso, cada vida, cada situación y cada ser humano es un universo diferente, no hay dos vidas ni seres humanos iguales, por eso nadie debe tomar decisiones con base en las vivencias de otro, se debe siempre leer con mente abierta y tomar lo que resuene en su interior, luego investigar a fondo desde todos las posibles alternativas, entender a que nos enfrentamos, escuchar la voz de toda clase de expertos  y tratar de conocernos a nosotros mismos de la mejor manera posible cómo por ejemplo hasta dónde seremos capaces de soportar dolor?, cuánto tiempo?, contamos con recursos económicos y en caso de no hacerlo que vamos a hacer?, cómo vamos a soportar los efectos colaterales del tratamiento que se decida a seguir? contamos con la fé y esperanza de un mejor mañana? lo cual no significa siempre continuar con vida, pues a veces luego de la sanación del alma, se debe partir y dejar en paz y a conciencia todo lo que nos significaba algo en el planeta tierra, pues finalmente entendemos que todo es ilusión y que sólo el amor nos libera y facilita la partida sin dolor ni apegos.



Debemos ser responsables en nuestro actuar y por supuesto en asumir las consecuencias del camino a seguir, he compartido con Ustedes lo que he aprendido hasta el momento de la mano de los expertos que he ido encontrando en el camino; así como libros, tratamientos, recetas y aprendizajes de vida, tengo que reconocer que muchas veces esos aprendizajes han sido a prueba y error pues no los entendí claramente desde el comienzo, pero afortunadamente he contado con 3 o 4 profesionales inigualables de la medicina en diferentes áreas, que me han orientado y ayudado a entender muchas cosas a nivel integral del ser humano (mental, emocional y físico), pues somos un todo que no se puede atender sólo por una parte, desconociendo las demás, de ahí que si no lo sabemos no nos sanaremos tan rápidamente como nos gustaría, pero también ahora entiendo que todo nos llega en el momento perfecto, ni antes ni después.

Agradezco infinitamente al Amoroso Padre que me ha permitido vivir este año pleno de amor y aprendizajes que han contribuido con mi sanación, además ya no espero vivir o no vivir largo tiempo, sino intensamente de a un día a la vez, sin esperar nada a cambio.  La aceptación de la vida tal y cómo se presenta ha sido quizás mi mayor aprendizaje de vida, sin juzgar nada como bueno o malo, pues toda situación, vivencia y persona contribuye a nuestra evolución espiritual en el camino de regreso al Padre.

Este es el aprendizaje a compartir con Ustedes queridos lectores, de corazón les deseo un nuevo año pleno de aprendizajes con mente abierta, conocimiento de vida que nos libere y aceptación total de lo aprendido y vivido tal cual se presentan; un aprendizaje a través de la danza con la vida y todas sus vivencia. 

Un abrazo de vida en este nuevo año que el Padre nos permite sanar y vivir.


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