Cuándo te dan la
fatídica (por el pronóstico de tiempo) noticia de tener cáncer lo primero que
te pasa por la mente es la negación: No puede ser!, No es verdad!, Debe ser un
error! y luego pasamos al por qué a mí?, cuando luego en mi caso pasé a la
aceptación, siempre pensé: "Es por algo que aun no entiendo, pero trae un
regalo muy mal envuelto que en su momento entenderé" y así he seguido
pasando por diferentes etapas, hasta llegar luego de varias crisis todas al
cual más muy dolorosas a la del preguntarme para qué? porque en esa
pregunta está contenido el "regalo mal envuelto". Y claro que
descubrimos para qué enfermamos? pues para morir! Noooooooo no puede sssseeerrr
que terrible!, Pero no nacemos para que a través de los roles que desempeñamos
en vida cumplamos la misión y propósito de nuestras vidas y luego morir?. No
están todos los días cientos o miles de células muriendo unas y naciendo otras?
-No morimos a ser bebés cuándo caminamos?, -Morimos a ser niños pequeños cuando
entramos a estudiar? y así sucesivamente? -No morimos (por decirlo de alguna
forma) cuando terminamos con ese "primer amor"?, -No morimos a una
etapa cuando iniciamos la siguiente? (un trabajo, un grado, una relación, un
aprendizaje); en fin todos los días estamos naciendo, pero también estamos
muriendo, el problema es que como no lo hacemos conscientemente sentimos más
que miedo terror a esa desconocida llamada muerte, pero ella siempre ha sido nuestra amiga y compañera de viaje, aunque no la tengamos presente en nuestro diario vivir y morir.
Imagen tomada de la página El Circo |
Mi versión
desde la experiencia de vida total, hasta hoy, incluido el cáncer es que el
problema (si hay alguno) radica en que nacemos y morimos físicamente a todas
las etapas, situaciones y personas a lo largo de nuestras vidas, pero sin ser
conscientes, lo hacemos mecánicamente y muchas veces vivimos sin vivir, pues la
vida y todos sus hermosos regalos los damos por hecho y además nos la pasamos “pensando
la vida”, lo cual nos hace ir como micos del pasado al futuro, reviviendo el
uno y soñando el otro, pensamos que no vamos a morir, que sí puede ser, pero
que por ahora no me tengo que ocupar de eso, lo dejaré para cuando tenga tiempo
y de ese nunca tenemos suficiente por eso añadimos estrés y así sucesivamente
vamos encontrando miles de excusas llamadas razones para no tocar el tema,
porque tenemos la ilusión de que vamos a vivir eternamente (físicamente) y no
hay tal; a pesar de lo magnífica (no fácil) que es la vida y por más que
tratemos de escondernos en los logros, la familia, el trabajo, la pareja, los
hábitos, los entretenimientos, las creencias, los estudios, los juegos de roles
y todo lo demás, cuando llega una enfermedad (especialmente la crónica
degenerativa) que algunos inclusive consideran terminal, te dice bueno vamos a
morir, tómate el tiempo que necesites (en mi caso) para buscar dentro de ti
("conócete a ti mismo") para que mueras poco a poco a todo lo que
tengas que morir y así estarás libre, nada te ata ni te atrae; ligera pues ya
has soltado todos tus apegos, para seguir el camino al Padre.
Entonces ese
era el mayor regalo escondido: morir a todo para liberarte y renacer!, por
supuesto es un proceso que no termina aquí en la tierra, hasta cuando la muerte
física sea ya un hecho real, viéndolo así de sencillo, me pregunto: Era
necesaria tanta vuelta y dolorosa enfermedad para descubrirlo? bueno pues si
pasó, pasó y así vivo de a un día a la vez y cada día muero a algo, claro ahora
trato de ser consciente, también ahora entiendo la profundidad de las palabras
del filósofo: "Sólo sé que nada sé".
Canvi
organizó en España un congreso titulado "Para qué Enfermamos? E
invitó a reconocidos conferencistas en el tema de la vida, la salud, la
enfermedad, uno de los cuales es Emilio Carrillo comparto su conferencia
titulada "Enfermedad y Conciencia" la cual tomé de Youtube, Caja de
Pandora, Canvi. Disfrútenla, tomen con mente abierta lo que resuene en sus
corazones y les sirva, en caso de dudas investiguen, no crean todo lo que les
dicen recuerden nadie tiene la verdad revelada, pero todos tenemos un pedacito
y Emilio Carrillo tiene un pedacito de verdad que explica a su entender a las
mil maravillas y de una manera muy sencilla.
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