lunes, 19 de enero de 2015

Emociones, Sentimientos y Pensamientos Sanadores

Hoy haremos una reflexión sobre cómo el manejo de nuestras emociones, sentimientos y pensamientos  equivocados nos estancan y de alguna manera nos mantienen "enfermos" a todo nivel y finalmente por supuesto la enfermedad se manifiesta en el cuerpo físico. Empecemos por ésta hermosa reflexión de Mahatma Gandhi:... "Cuida tus pensamientos porque se convertirán en tus palabras;  cuida tus palabras porque se convertirán en tus actos; cuida tus actos porque se convertirán en tus hábitos; cuida tus hábitos porque se convertirán en tu destino"... Más claro?, imposible!, pero sin embargo no vemos lo evidente, entonces miremos como empoderarnos de nuestros sentimientos, emociones y pensamientos para construir una vida más alegre, vital y por supuesto saludable, a partir de lo que he ido aprendiendo y poniendo en práctica, desde hace mucho tiempo atrás.

Imagen tomada de la página El Circo







Lo más importante es tener la clara decisión de cambiarnos a nosotros mismos, afuera no hay culpables (esa quizás fué una de las lecciones de vida que más trabajo me costó aceptar), pues siempre es más fácil juzgar y condenar como culpables a los otros que tomar la firme decisión de aceptar mi responsabilidad y con disciplina y voluntad ir haciendo los cambios internos que debo hacer, ni siquiera necesitamos decirselo a nadie, pues cómo dice la Biblia:..."por sus actos los conocerán"...

Por qué nos dejamos controlar?  Precisamente porque no tenemos ese control interno y consciente, por lo cual debemos recordar que las emociones, son básicas y biológicas y es normal tenerlas, la principal el miedo, porque le tenemos miedo a todo: a no ser amados, a  no ser protegidos, a no ser suficientemente buenos, a la muerte, a la pérdida, a no ser aceptados,  al fracaso, (son infinitos pues cada día nos inventamos uno nuevo), y ese miedo nos paraliza a veces tanto que no nos permite tener una existencia plena en el cumplimiento de nuestra misión de vida.  Otras emociones igualmente importantes: la tristeza que mal llevada nos puede llevar a la depresión; la rabia que mal llevada se transforma a veces en rencor, odio, cólera y hasta violencia. También tenemos amor y alegría que no las manejamos desde el corazón, sino que muchas veces dependen de factores externos, que al desaparecer volvemos de nuevo a la tristeza o al sufrimiento.

El error consiste (para mí) en que nos dejamos llevar por los sentimientos alimentados por los pensamientos y recuerdos de las vivencias  que esas emociones tuvieron especialmente en nuestra niñez y nos quedamos atrapados en ese niño o niña interior aterrorizados por algún acontecimiento que nos marcó, o por la búsqueda de amor y aceptación externos para sentir que "valemos" y por ahí seguimos patrones de conducta equivocados que nos hacen sentir profundo dolor y sufrir porque la vida y las personas no son cómo queremos o creemos que debieran ser y entonces seguimos atrayendo más de lo mismo.

El primer paso es la aceptación de nuestra niñez y de las situaciones que nos ocasionaron dolor y sufrimiento (para mí ese fué el paso más difícil) y de todos los paradigmas aprendidos allí, no lo podemos cambiar, lo debemos amar y sanar y quien crea que es necesario perdonar, pues que perdone para liberar en  nosotros esas pesadas cargas que nos impiden avanzar y lo que es peor que nos enferman de una manera tan grave, que si no somos capaces de entendernos, amarnos y aceptarnos vamos de manera precipitada hacia la muerte del cuerpo físico sin habernos transformado y lo que es peor en medio de unos dolores horribles que son la proyección del dolor interno que no hemos curado.

Dolorosamente me costó mucho tiempo entender con el corazón (amando incondicionalmente toda situación y toda persona con la que compartí trayectos de mi vida y con las cuáles tuve historias de dolor y sufrimiento), que a pesar de lo injusto o doloroso que pareciese, todo era necesario para mi crecimiento y transformación, no lo ví antes (quizás porque no era el momento; nadie afuera es culpable, pues cada quien actúa desde sus propios paradigmas, aprendizajes y enseñanzas recibidas y si alguien me hace daño, soy yo quien debo amarme y respetarme y decir "no más", pero a veces es más fácil el papel de víctima y de "pobrecita yo" todo lo terrible me toca a mí y como somos energía pura los resultados externos que atraemos y  vivimos es más de lo mismo, porque eso es lo que irradiamos. 

Así pues tarea importante: No alimentemos esos pensamientos que vuelven a recordarnos nuestras emociones con sus vivencias y constantemente hacen que volvamos a "sentir" reviviendo todos  esos sentimientos dañinos de no valía, de deseo de morir, de no ser capaz, etc., cada quien sabe cuáles son los suyos, envolvámoslos en amor incondicional y aceptación total, poniéndonos si no en el lugar del otro, en "sus zapatos" para entender el por qué de su manera de actuar.  Algunas personas y/o situaciones no las llegaremos a entender, pero ya no le demos más "cuerda" porque no vale la pena, desarrollemos nuevas emociones, sentimientos y pensamientos de una manera consciente y constructiva para nuestra vida.

Cómo lo logramos?  Cada vez que tengamos una emoción, seamos conscientes de ella: tengo rabia, por qué? para qué? cómo voy a resolver la situación que me la provoca? no puede ser respondiendo con rabia y violencia, porque es cómo si respondiéramos con lo más sucio y ruin de nuestro interior (valga la mala comparación cómo si fuera un vómito), debo serenarme y buscar salidas concretas, cada problema es simplemente un desafío a resolver, no un potencial de más daño y violencia para nadie, porque ya hay bastante en el planeta.

Es fácil? para nada, pero no es imposible y lo más difícil es dar ese primer paso, se requiere voluntad y disciplina de parte nuestra, estar responsablemente comprometidos con nosotros mismos, de afuera no va a venir nadie a hacernos la tarea, ni a "salvarnos" nos toca con pulso firme, paso a paso, realizando auto observación y cuando recaígamos en antiguas formas de actuar y de pensar, pues borrón y cuenta nueva, tampoco nos debemos "dar palo" eternamente, pero si debemos ser constantes y conscientes del proceso de cambio, paso a paso nos vamos conociendo a nosotros mismos y a nuestras más terribles "fieras salvajes" y demonios y aprenderemos a vivenciarlos y controlarlos, pero resolviendo desde la sabiduría del corazón, sin "echarle más leña al fuego".

Les comparto un video tomado de Youtube titulado "La Ciencia de los Milagros" donde el científico Gregg Braden nos dará muchas luces al respecto y herramientas para lograr los cambios que queremos lograr en nuestras vidas:


Les recomiendo también volver sobre la entrada anterior y los links de otra entradas y videos allí relacionados, para lograr una panorámica lo más amplia posible que nos aportará en la aceptación amorosa e incondicional de los otros, apartarnos si lo consideramos necesario para nuestro bien y tener conciencia de nosotros mismos frente a cada situación o persona con la cual debamos tener un aprendizaje de vida para crecer y desapegarnos de nuestras propias ideas y limitaciones; permitiéndonos crecer y avanzar en nuestra propia metamorfosis de gusano a mariposa, con los errores y caídas que podamos tener en el camino; no es fácil, pero tampoco imposible, si le pedimos a Dios sabiduría, serenidad y fortaleza lo lograremos o por lo menos daremos el primer y muy importante paso, independientemente del tiempo que nos tome, no hay afán, no "hay que llegar primero" cómo dice la canción, pero "si hay que saber llegar".  

Recuerden tomar lo que resuene en su corazón, investiguen, pero lo más importante llévenlo a la práctica aquí y ahora, es el mejor momento de cambios y de renaceres para construir emociones, sentimientos y pensamientos sanadores, desde la sabiduría que vive en el corazón, acompañado de un pensamiento constructor y objetivo.

Cerramos con esta hermosa oración que ronda desde siempre y ahora en la web (desconozco su autor):

"Señor dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que puedo  y sabiduría para poder reconocerlas"...

Un abrazo gigante,  hasta la próxima ....

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