Cómo en el primer embarazo me creció tanto "la barriga" y me estrié en el segundo decidí no comer tanto, porque quedé asustada, además ya comí más frutas para calmar los intensos deseos de comer que siempre me asistían, tanto los controles como la asistencia en el parto los tuve con un doctor que era muy especial, era cómo el médico de familia, nos conocía muy bien por supuesto sabía nuestros nombres (de hecho él era uno de los socios de la fábrica de confecciones donde tuve mi primer trabajo) y sabía cómo iba el proceso del embarazo, cuando se llegaron los días en que debía dar a luz, tuve dos idas a la Clínica Comuneros que en ese tiempo estaba recién inagurada, pero siempre me devolvían porque empezaba trabajo de parto y luego no se sabía el por qué se suspendía.
El doctor amigo que no era gineco-obstetra, sino en esa época aún era general próximo a empezar su especialización, nos dijo que ya no podíamos esperar más y que él iba a estar de turno en el hospital de Piedecuesta y que había un pabellón privado donde se pagaba por la habitación cómo en una clínica y que él no nos iba a cobrar honorarios profesionales, sólo tendríamos que pagar lo que fueran gastos hospitalarios y así se nos llegó el día señalado, nos fuimos un jueves en la tarde, duré toda la noche en trabajo de parto, el cual fue inducido, pero a la madrugada se volvió a parar y tocó volverlo a inducir, finalmente la bebé nació el viernes 6 a las 8:10 .am. todos estábamos agotados por el cansancio, pues este parto yo había decidido tenerlo a "palo seco" sin nada que me durmiera, eso me dolió mucho y grité, el doctor me dijo que no fuera floja y le dije que era muy floja y cobarde que por favor me pusiera anestesia, pero ya estábamos en un punto donde era imposible, me mostró todo el proceso y presencié cómo se preocuparon pues la bebé nació morada y tuvieron que hacerle masajes para que respirara, cuando ya la estabilizó la empezó a vestir con un conjuntico celeste, le dije que no!, imposible! ella era una bebé muy esperada y tenía un hermoso conjunto rosado para su primer día pues le había pedido a Dios que me ayudara con una niña, pues en la casa no habían sino hombres (mi papá, mi esposo, mi hijo), yo quería "el milagro de una niña" pues a la familia por el lado de mi esposo no llegaban sino varones, como en 25 creería yo que son el total de nietos, no hay sino sólo 6 mujeres, los demás son todos varones. Todo el ajuar lo alisté para niña, pero el día anterior al parto me puse y tejí en máquina y a toda carrera un conjuntico azul por si acaso y ese era el que el doctor le quería colocar, pobre le tocó "empelotar" a la bebé y volverla a vestir, y se rió porque dijo que eso no lo había hecho nunca, siempre lo llevo en mi corazón porque gracias a él mi hija está viva.
Al sábado al estar en casa se puso muy amarilla y el doctor dictaminó que tocaba internarla para colocarla en lámpara, por supuesto en la Clínica no me la querían recibir porque no había nacido ahí ni tampoco tenía registro civil, entonces nuevamente al pobre doctor le tocó venir rapidamente muy de mañana para hablar él directamente con la persona responsable y traer el certificado que expide el hospital donde constaba que él había atendido el parto, también tocó en carreras buscar la notaría de turno y que la fueran a registrar a la Clínica, casi una semana duró en lámpara, fué una tortura para todos, no me la dejaban alzar ni alimentarla y ella lloraba mucho, era la más inquieta y no se dejaba puesta la protección para sus ojos.
Diana Mireya siempre fué una niña inquieta muy conversadora (y en el colegio sí, que ni se diga fue doblemente inquieta y conversadora) y feliz, todo era juego y todo le parecía divertido, le encantaba que le hiciera trencitas muy finitas para que el cabello que le quedara como el de la "Niña Mencha", le gustaban también las guamas en el cabello y "a juro" me tocó aprender a hacer por lo menos la más sencilla, tuvo colitas para el cabello de todos los colores y estilos porque le encantaban, claro que tengo que confesar que nació con el cabello tan liso que se le paraba un mechón al estilo "pájaro loco", como yo pensaba que eso era un "defecto de nacimiento" me la pasaba tejiéndole gorritos que le combinaran con los vestidos que le ponía jajajaja, para que las personas no lo notaran, hasta que por fin un buen día el cabello bajó.
Siempre tuvo "buena muela", buena constitución y yo trataba de ponerla a dieta, pero a ella eso no le hacía nada de gracia, comía a toda hora con todos los miembros de la familia que tenían diferentes horarios, alguna vez le pedí a mi papá que por favor no le diera tanta comida, pues era su forma de consentirla, entonces él para que la niña no le pidiera le ofreció un bocado con mucho ají, le salieron lágrimas de sus ojitos, pero le quedó encantando el ají por siempre. En cambio el tetero que si quería que tomara hasta grande, dijo que no tomaba más cuando vió a su hermanita, dijo que eso era para bebés y ella ya era una niña grande, ni modo no logre que tomara un día más siquiera.
La he amado toda su vida, pero con la separación de sus padres tuvo un punto de quiebre a los 10 años, ya nada fué igual y los cambios de niña a adolescente y luego a adulto joven fueron acompañados de rebeldía, razón por la que más de una vez decidió irse a vivir con su papá, pues era con quien más se identificaba, no fué fácil para ninguna de las dos, pues hemos vivido muchos momentos muy dolorosos, pero gracias al Amado Padre hoy puedo decir que hemos sanado nuestros momentos de tristeza y dolor conjuntos y orgullosamente puedo decir que es muy responsable con su vida y las obligaciones a su cargo como lo son en este momento su señora madre y su perro "de chocolate", lo cual le implica responder por todo un hogar además de sus responsabilidades laborales con todo lo que ello implica y más manejando una persona enferma, lo cual no es nada fácil y ella lo está haciendo con mucho amor y dedicación.
Gracias Amado Padre porque me permites la vida para decirle hoy a mi hija "Feliz Cumpleaños Amada Hija, te amo con todas las fuerzas de mi corazón y estoy muy orgullosa porque has tomado las riendas de tu vida, asumiendo las consecuencias de tus decisiones del pasado y decidida a enfrentar con valentía tus propias batallas para salir airosa frente a tus dragones, te amo ".
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| El día de su primera Comunión |
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| En la casa antes de la su fiesta de celebración |
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