sábado, 14 de septiembre de 2013

Los inicios desconocidos de la batalla contra el cáncer

Hola a todos queridos lectores, a partir de ahora iré compartiendoles en cada entrada, todo este doloroso camino de enfrentar y batallar  contra un mortal  cáncer de seno, les contaré todas mis vivencias, emociones, sentimientos y como la vida te va cambiando porque además de tener que enfrentarte a este diagnóstico te tienes que enfrentar en algunos casos a la discriminación, en otros a ser el objetivo para venderte de todo desde curas milagrosas,  sanaciones religiosas de todo aspecto,  en otros casos la indiferencia total, en otros el ataque frontal, pero la mayoría de las veces el recibir ese amoroso y generoso apoyo humano de quiénes tienen un corazón amoroso y compasivo para con el otro que podría ser cada uno, pues nadie está exento de tener él mismo o  un familiar, amigo, compañero o conocido que esté atravesando este camino de dolor, en fin son tantas cosas para compartir desde la óptica de mi experiencia que pienso podrá ayudarle a otras mujeres que apenas empiezan ese tortuoso camino.




En marzo del 2011, en la institución educativa en la que ya llevaba casi siete años de trabajo discontinuo  hubo una epidemia de dengue, empezó con el director que tenía su oficina al lado de la mía y a mí fue a la última a quién le dió, con unos síntomas tan fuertes que creí que no sería capaz de pararme a trabajar y preocupada porque teníamos reunión  a las 7:00 a.m. para entregar unos informes, ni modo en la  noche  estuve con  tanto vómito y diarrea que me desmayé en el baño y mi hija menor al sentir el golpe se paró a mil, me recogió nos fuimos a la clínica y cuando llegamos de nuevo a casa, me di cuenta  que del golpe me quedaron dos marcas pequeñas primero rojas y con el tiempo una cogió color morado oscuro (en medio de los dos senos) y la otra rosado-rojo intenso (en el seno), ambas me dolían mucho especialmente la  que se puso casi negra por el lugar .  Pasó el tiempo y la mancha negra desapareció y la otra se fue volviendo un granito indoloro como cuando te pica un zancudo, como a los 20-25 días decidí ir al médico siguiendo el consejo de una amiga, porque  parecía que no era normal el crecimiento de la "pepita" la llamaba así en esa época.  Fuí al médico general de mi  eps, un doctor muy joven de quien no recuerdo su nombre, pero tan pronto me atendió me dijo que era un tumor que estaba creciendo aceleradamente, que lo más probable era que era cancerígeno y  me dió una orden para la mamografía y otra para el cirujano general. 

Quedé de una pieza: cáncer?  cirugía?   seguro doctor? y él me dijo lo más probable, pero  la mamografía lo va a confirmar y lo de la orden de la cirugía es por si el diagnóstico es positivo cómo vamos contra reloj, entonces con la orden ganamos tiempo.

Salí del consultorio llorando (bueno la verdad siempre he sido muy llorona),  caminé bastante, asustada, asombrada y pensando que debía ser un error, no podía estarme pasando a mí, algo debía de estar mal.

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